Apenas un mes después del enfrentamiento en uno de los bulevares principales de La Cruz de Elota, la Fiscalía General del Estado capturó y envió ante el juez de procesos al tercer implicado en los hechos que arrojó a un joven abatido y a otro más con heridas de gravedad. En aquel momento, se discutió en redes sociales, a la luz de varios videos grabados por ciudadanos, quién había disparado primero, si los policías presentes en el operativo o los presuntos gatilleros. Lo cierto es que los jóvenes, que iban armados “hasta los dientes”, intentaron doblegar a los agentes a plena luz del día y con el tráfico a todo lo que daba. Esta es la historia.

Por Santiago Rentería

Aquella tarde del 2 de agosto, Iván Trujillo dio la orden de acudir en rescate de uno de sus amigos, pues momentos antes habían sido detenido por agentes municipales de Elota y de la Policía Estatal portando una pistola.

Enseguida se dirigieron a uno de los bulevares principales de La Cruz, llamado Zoquititán, para tratar de arrebatarles al joven arrestado, pero los sicarios se toparon con unos policías que no se dejaron fácilmente.

En los diferentes videos se observa cómo Iván se bajó del vehículo, al parecer un Volkswagne Golf GTI modelo deportivo, color azul marino, para encarar a los elementos policiacos, quienes en todo momento apuntaban sus rifles de cargo contra él y los otros dos ocupantes de la unidad.

Los amenazó y les gritó: “¡Bajen los rifles a la verga!”, pero los agentes se mantuvieron alerta. No solamente estaban unos frente a otros, había más policías a un lado de una gasolinera, mientras desde distintos flancos, ciudadanos armados con celulares grababan la escena violenta.

En playera blanca de resaque, el joven Iván profería maldiciones mientras otro de camisa verde militar salía blandiendo un fusil de asalto en sus dos manos. Cuando se dieron cuenta que los agentes permanecían inamovibles, los dos se treparon al auto compacto e Iván comenzó a dar reversa.

“Vámonos”, alcanzó a decir. Es justo cuando la unidad avanzó un par de metros cuando se desata la balacera y la confusión.

Quienes grababan voltearon el foco de la cámara, los estruendos y gritos dominaron el ambiente caluroso de esa tarde. Los policías fueron certeros, les ganaron “el jalón”.

En ese momento, nadie sabía de quiénes se trataban, aunque “los morros” trataron de charolear de que eran gente importante y por eso los policías los tenían que dejar marcharse sin hacer aspavientos.

Tras la balacera, en donde los policías superaron con mucho a los pistoleros, se pudo observar el cuerpo de Iván en el camellón, boca arriba, con el pecho reventado por la sangre que se escurrió hasta más de un metro.

El sobreviviente, un joven de veintitantos años, solo tuvo un rasguño en una de sus sienes. El muerto quedó en el lado del copiloto, abrazado a un rifle y con su chamarra tipo militar.

La despedida

Días después se supo que Iván “era gente de la gente”. Se le atribuyó sus ligas con Los Chapitos, que controlan La Cruz de Elota y sus alrededores. De ahí que, por eso, sin fórmula de juicio, buscó marcharse dejando a los policías colgados.

En redes sociales, circularon imágenes del velorio en las que familiares y amigos lamentaron la muerte del joven. Compartieron videos en donde Iván, no hacía mucho, bailaba en lo que parecía ser una casa de seguridad. Llevaba armas y radios colgados a la cintura. Festejaba alegre, decía larga vida a Los Chapitos.

¿Quién disparó primero?

Desde el día de la balacera, en redes sociales se desató la polémica de quiénes habrían disparado primero, si los policías o los gatilleros. Aunque unos defendían la actuación de los agentes, otros hablaban que los hombres armados no efectuaron disparos.

“No importa quién disparó, una lacra menos”, decían algunos usuarios y otros señalaban que, en todo momento, los elementos tenían el permiso potencial de disparar al ser apuntados por armas de fuego.

Para la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el debate ameritó iniciar una investigación oficiosa para determinar la responsabilidad y deslindar, al menos en la materia protocolaria, si los agentes ejercieron mayor fuerza de la que se requería.

Miguel Ángel Calderón Espinoza, visitador general de la CEDH, explicó que iniciaron con la revisión de los videos para ver que no haya irregularidades, y además solicitarán el resultado de las propias indagaciones de las corporaciones que participaron en el supuesto enfrentamiento.

“La Comisión Estatal de los Derechos Humanos, tiene conocimiento de los hechos y además ya estuvimos analizando los videos, la información que ha circulado desde el día de ayer, y el presidente ha instruido que se inicie una investigación de manera oficiosa”, declaró un par de días después de los hechos.

Además, exhortó a las víctimas indirectas y la familia de los agraviados, acudir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ya sea en Culiacán o en Mazatlán, para que ellos puedan emitir su postura porque se insiste en que los únicos que dispararon fueron los elementos policiacos.

Ante el juez

Aunque la Comisión no ha determinado si existió un uso excesivo de la fuerza en el caso, quien sí continuó adelante con la investigación fue la Fiscalía General del Estado, la cual informó el martes 31 de agosto pasado que se detuvo a Jaziel Alberto “G”, uno de los jóvenes que estuvo en el vehículo, por su presunta participación en la agresión contra los agentes policiacos.

En un comunicado, el órgano autónomo dirigido por Juan José Ríos Estavillo, apuntó que se acreditaron en el ministerio público los hechos.

“Inmediato a que se tuvo conocimiento de los hechos, en los que un civil perdió la vida, un grupo especial de este organismo constitucional autónomo inició los actos de investigación necesarios para identificar a los presuntos agresores, que atentaron contra la vida de los servidores públicos”, informó el martes por la noche.

Detalló que en la carpeta de investigación se acreditó que cuatro agentes de la Policía Municipal de Elota y un elemento de la Policía Estatal Preventiva “fueron víctimas del delito de homicidio calificado cometido en contra de personas que revisten la calidad de servidores públicos de una corporación policial en grado de tentativa”.

Se indicó que gracias a las testimoniales se logró conocer la identidad de las personas que participaron en el atentado en contra de los policías preventivos, y una vez valorados los datos de prueba, el ministerio público de Elota judicializó la carpeta para la obtención de orden de aprehensión.

Dicho mandamiento judicial se logró cumplimentar en contra de Jaziel Alberto, por su probable intervención en la comisión del hecho que la ley señala como delito.

“Agentes de la Policía de Investigación del Estado, adscritos a la Unidad Especializada en Aprehensiones, cumplimentaron el mandamiento judicial este 31 de agosto del 2021, por lo que de inmediato fue puesto a disposición de la autoridad jurisdiccional correspondiente”, apunta el boletín.

El miércoles 1 de septiembre el ministerio público formuló la imputación en contra del joven detenido y ante el juez de control solicitó su vinculación a proceso, cosa que sucedió en la audiencia inicial.

Por lo pronto, el joven sobreviviente quedó bajo prisión preventiva, y será dentro de unos meses en que enfrente el juicio oral, en el caso de declararse inocente de participar en los hechos.