Rocha Moya y su odio político contra Cuén, alcanza a la UAS
martes, 14 de marzo de 2023
Rocha Moya y su odio político contra Cuén, alcanza a la UAS
 



Los discursos políticos en nuestro país y estado, tienen como bases la mentira y simulación. Para el individuo con un mínimo de inteligencia resulta evidente que los grupos políticos incrustados en el servicio público sólo buscan perpetuarse en el poder y recibir los privilegios que emanan de este, lo demás es sólo dialéctica.

La razón por la cual Rubén Rocha Moya quiere “desmantelar” a la Universidad Autónoma de Sinaloa es simple: odia a Héctor Melesio Cuén Ojeda y toda la estructura política que éste ha creado, dentro de la UAS y como líder y fundador del Partido Sinaloense con raíces firmes en dicha universidad.

La rivalidad es añeja, los dos fueron rectores de la UAS y Rocha a su salida como rector, dejó una universidad plagada de problemas, quebrantos financieros, demandas orquestadas desde adentro, huelgas y un nivel educativo pésimo, la burla de ese nivel académico se leía en la sección de clasificados de diarios locales: “se solicita arquitecto, que no sea egresado de la UAS”, y lo mismo en otras licenciaturas, ese fue el legado de Rocha como rector y todo está documentado.

Su incursión a la política fue como soldado del añejo priismo —donde fungió en importantes cargos como coordinador de asesores en dos administraciones priistas, la de Jesús Aguilar y Quirino Ordaz, de las cuales el actual gobernador se quiere desmarcar por los señalamientos de corrupción y colusión con el narcotráfico de dichos periodos—, escondido a la sombra del tricolor Rocha terminó siendo el “Caballo de Troya” de Quirino Ordaz y su Cártel de políticos y empresarios saqueadores, lo convierten en gobernador para que les cubra las espaldas desde tercer piso de Palacio de Gobierno, como es sabido por todos al estar plenamente documentado por activistas y medios de comunicación.

En el periodo de Héctor Cuén como rector se dieron una serie de cambios institucionales que produjeron enfrentamientos internos por el control de la universidad, Cuén se la jugó a cortar de tajo con los grupos de poder que se habían enquistado en la Casa Rosalina, estos últimos sin más propósito que buscar el interés del propio beneficio y el estancamiento institucional.

Cuén Ojeda consolidó un liderazgo dentro de la institución que le permitiera cambios sustantivos en la administración y mejorar el nivel educativo de la universidad, a la par se fue forjando una carrera política, lo que se empezó a cuestionar dentro y fuera de la misma universidad.

Al interior de la universidad todos los partidos políticos tenían sus intereses, los discursos filosóficos dentro de la UAS navegaban en la utopía de la izquierda, pero en su mayoría operaban en campañas para el PRI, hasta la llegada de Héctor Cuén a la rectoría, la visión de formar un partido político desde adentro de la universidad le daría poder político a ambas partes —no es que otros, incluido el mismo Rocha no hayan visualizado ese potencial político en la UAS, la realidad era que para lograr ese objetivo serían años de trabajo, y ahí se les acababan las ganas— y así funda el Partido Sinaloense (PAS).

La Universidad Autónoma de Sinaloa y el mismo PAS operaron en la pasada campaña a la gubernatura de Rocha Moya, toda la estructura pasista y su líder Héctor Cuén al frente, fue literalmente los que trabajaron en todo el estado con los resultados sabidos, fue tan obvio el trabajo de Cuén y el PAS que la cúpula de Morena, principalmente Adán Augusto López, secretario de Gobernación y “corcholata” de AMLO, acercó a Cuén a su ruta política, lo que desquició literalmente a Rocha Moya.

Lo de la Ley de Educación Superior para el Estado de Sinaloa, operada por Feliciano Castro desde el Congreso a ordenes de Rocha Moya, no tiene nada que ver con mejorar la vida institucional y académica de la universidad, porque en ningún momento se habló de eso, de lo que se trata es de golpear la estructura política de Héctor Cuén y el PAS, sacrificando en el pleito a la propia universidad y regresándola a los tiempos de Rocha Moya.

En la política todo se vale o el fin justifica los medios, es de sabios reconocer. También hay que reconocer que el PAS se fundamentó en el interés universitario para lograr un fin, tanto político como social, en lo político el PAS es el partido con mejores resultados electorales en el país y la UAS una de las tres mejores universidades públicas con un nivel académico demostrado. ¿Esto se hubiera logrado uno sin lo otro?

Por otro lado, es de sabios reconocer que Rocha Moya tiene el poder del estado en sus manos y la estatura política de Héctor Cuén le incomoda y busca utilizar ese poder por medios de las instituciones que controla para despedazar el modelo rector de la universidad y quedarse con los pedazos, si no es mía que no sea de nadie, se advierte.

Más allá de la política y sus políticos, la pregunta es clara: ¿qué tipo de universidad quieren los sinaloenses? ¿la del pasado de Rocha o la del presente de Cuén?
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