Reportaje publicado en la Edición 415
La violencia en Sinaloa cobró nuevamente la vida de menores de edad, esta vez en Badiraguato, donde una emboscada contra un convoy militar dejó muertas a Alexa y Leydi, de 7 y 11 años, respectivamente. La tragedia se suma a una lista de 39 menores asesinados en los últimos ocho meses de conflicto armado en el estado, marcado por la guerra entre facciones del Cártel de Sinaloa.
Por David Fuentes M.
Una presunta emboscada perpetrada por civiles armados contra un convoy de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General del Estado (FGE), en la comunidad serrana de La Cieneguilla, Badiraguato, dejó como saldo la muerte de dos niñas y cuatro heridos, entre ellos, un menor de 12 años.
Las menores fueron identificadas como Alexa, de 7 años, y Leydi, de 11, en tanto que el otro menor que resultó con heridas de bala fue identificado como Gael, de 12 años. Todos formaban parte de una misma familia y viajaban a bordo de una camioneta la tarde del pasado martes 6 de mayo.
El convoy militar se dirigía al poblado de La Lapara, luego de que un día antes se reportara el hallazgo de tres personas asesinadas junto a un jeep. La emboscada ocurrió mientras el convoy transitaba por la carretera federal 24, que conecta Badiraguato con Parral.
Entre los lesionados se encontraban Gael “N” y sus padres Anabel “N”, de 40 años, y Saúl “N”, de 45, así como otra persona cuya identidad no ha sido revelada. Los heridos fueron trasladados en un helicóptero del Ejército al Hospital del ISSSTE en Culiacán.
En una rueda de prensa, el gobernador Rubén Rocha Moya, condenó los hechos y expresó su “profunda indignación” por la muerte de las menores. “Cada muerte es lamentable, más aún si son personas ajenas a las rivalidades de los delincuentes, y todavía más si esas víctimas son niñas o niños”, afirmó. El mandatario aseguró que su gobierno no descansará hasta que se haga justicia y reiteró que se actuará “hasta las últimas consecuencias” para evitar que haya impunidad en este caso.
UNA REALIDAD EN SINALOA
Este enfrentamiento es uno de muchos que se registran a diario en Sinaloa, entidad que atraviesa una grave crisis de seguridad. La guerra interna entre las facciones del Cártel de Sinaloa ha provocado una ola de violencia que inició el pasado 9 de septiembre y acumula ya ocho meses con homicidios, bloqueos, privaciones de la libertad y robo de vehículos.
Aunque la versión oficial indica que la familia quedó atrapada en medio del fuego cruzado, distintas versiones que circulan en redes sociales sugieren que habría podido tratarse de una confusión por parte del Ejército.
Ante ello, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sinaloa (CEDH) anunció la apertura de una investigación de oficio. Su presidente, Óscar Loza Ochoa, informó que solicitaron información oficial y que están en espera de una versión clara, dado que el caso involucra a menores de edad.
“El padre de Alexa apenas ha podido declarar debido a su estado emocional”, declaró Loza Ochoa y agregó que, si se confirma la participación de autoridades federales, solicitarán a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que atraiga el caso.
Con estos dos nuevos asesinatos, la cifra de menores muertos durante los ocho meses de conflicto armado en Sinaloa asciende a 39. Loza Ochoa lamentó la utilización del término “daños colaterales” para describir estas muertes, afirmando que dicho concepto minimiza su gravedad.
“Aquí llamamos a respetar la vida de los niños. Tanto civiles como autoridades deben poner especial cuidado en que los menores no sigan siendo víctimas de esta absurda guerra”, declaró a medios locales.
OTROS CASOS RECIENTES
Uno de los casos recientes más notorios fue el de Danna Sofía, de 12 años, quien fue asesinada el pasado 24 de marzo cuando viajaba en un vehículo por el bulevar Agricultores, al sur de Culiacán, acompañado por dos adultos.
Esta zona se ha convertido en una de las más peligrosas de la ciudad debido a los constantes enfrentamientos. Danna fue alcanzada por una ráfaga de disparos; aunque fue llevada de inmediato a un hospital cercano, falleció poco después.
En otro hecho, el 19 de enero, los hermanos Gael y Alexander fueron asesinados junto a su padre Antonio en la carretera que conecta Imala con Culiacán, tras ser atacados por un grupo armado que les ordenó detenerse y luego abrió fuego. Este crimen generó protestas masivas en Sinaloa que exigieron la renuncia del gobernador Rocha Moya. En respuesta, el gobierno activó una supuesta estrategia mediática para reducir la presión pública y normalizar la situación.
Gael, Alexander, Danna Sofía, Alexa y Leydi se han convertido en los rostros visibles de la violencia que afecta principalmente a la niñez en Culiacán y otras regiones de Sinaloa. Los discursos oficiales y las campañas en medios han fallado en revertir la tragedia diaria que vive la población infantil de este estado.