Por Redacción Internacional


En una de las mayores escaladas militares entre Irán e Israel de los últimos años, las fuerzas armadas iraníes, a través de la Guardia Revolucionaria Islámica, confirmaron este viernes que lanzaron una ofensiva masiva contra “docenas de objetivos estratégicos” en Tel Aviv y Jerusalén. La operación, bautizada como “Verdadera III”, incluyó misiles balísticos y drones dirigidos a bases militares, centros de mando y sistemas de defensa en el corazón del territorio israelí.

Una respuesta directa a ataques nucleares

El ataque se produce como respuesta directa a la reciente operación aérea israelí sobre territorio iraní, que según medios oficiales de Teherán, destruyó instalaciones nucleares clave y causó la muerte de varios altos mandos de la Guardia Revolucionaria, así como de científicos vinculados al programa nuclear.

“El enemigo sionista cruzó una línea roja al atacar nuestras instalaciones y asesinar a nuestros héroes. Hemos respondido con firmeza y precisión”, declaró un portavoz militar iraní, confirmando que más de un centenar de proyectiles fueron lanzados desde diversos puntos del país.

Explosiones y alarmas en ciudades clave

En Tel Aviv, los sistemas de defensa Cúpula de Hierro e Arrow fueron activados para interceptar los misiles entrantes. A pesar de los esfuerzos, se reportaron impactos que provocaron al menos cinco heridos leves, además de daños materiales en infraestructura urbana. En Jerusalén, se escucharon múltiples explosiones y las autoridades activaron refugios antiaéreos, mientras continúan evaluando los efectos del bombardeo.

El gobierno israelí calificó la ofensiva como un “acto de guerra directa” y convocó a su gabinete de seguridad en sesión de emergencia. “La respuesta será contundente y sin precedentes”, advirtió el primer ministro en una breve declaración televisiva.

El mundo observa con alarma

La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. Naciones Unidas convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad a petición de Irán, mientras que países como Francia, Alemania y Estados Unidos han instado a la “máxima contención” para evitar una guerra abierta en Medio Oriente.

El impacto en los mercados fue inmediato: el precio del petróleo Brent superó los 95 dólares por barril, mientras que las bolsas en Asia y Europa cerraron con caídas generalizadas ante el temor de una escalada regional.

¿El inicio de un conflicto mayor?

Analistas internacionales advierten que la actual ofensiva podría marcar el inicio de un conflicto prolongado entre dos potencias regionales armadas y con influencia geopolítica global. Si bien ambos países han protagonizado intercambios indirectos en el pasado, este ataque representa una reivindicación pública y directa por parte de Irán, algo inédito en este tipo de confrontaciones.

Por ahora, la región se encuentra en estado de máxima alerta. Las autoridades israelíes han llamado a la población a permanecer en refugios, mientras se evalúan nuevas represalias. En tanto, Irán ha elevado su nivel de defensa aérea en zonas sensibles, anticipando una contraofensiva.

“Las puertas del infierno están abiertas”, advirtió un titular del diario Kayhan de Teherán, alineado al régimen.

Con información de AP, The Guardian, Barron’s, y medios oficiales iraníes e israelíes.